viernes, 15 de junio de 2007

Princesas Y Caballeros

Cuando le conocí, yo acababa de quitarme mi vestido de princesa.

Apareció galopando tras el lado oscuro de la montaña que me parecía un corazón. Su armadura lucía hermosa bajo los rayos del sol, pero no me dejaba ver su piel.

Tiró de las riendas y su caballo se paró junto a mí.

Sujetaba fuertemente su lanza y, sin dejar de protegerse con su escudo, giró su yelmo y me miró. Fue una lástima no poder verle los ojos.

—¿Quieres ser mi princesa?

—Gracias, pero acabo de quitarme el vestido

Apretó los estribos y se alejó a gran velocidad. Cuando volví a verle, yo acababa de encontrar mis alas.

El caballero de la armadura volvió a aparecer galopando tras el lado oscuro de la montaña que me parecía un corazón, tiró de las riendas y bajó de su caballo.

Dejó su lanza en el suelo, se quitó el escudo, extendió sus manos hacia mí y se acercó.

—Ya no estoy armado. Ya no tengo protección

Yo seguía sin poder ver su piel ni sus ojos.

—Gracias, pero lo que quiero es aprender a volar

Cuando volví a verle, ya era una maestra volando sobre mí misma. Volaba encima de mí, volaba debajo de mí, volaba a mi lado.

El caballero volvió a aparecer galopando tras el lado oscuro de la montaña que me parecía un corazón. No tenía escudo ni lanza. Bajo de su caballo y, con una palmada sobre su lomo, le dejó en libertad.

Se desabrochó su armadura y la tiró lejos de él. Su piel era dorada cómo la arena de un desierto soleado cuando no tienes sed.

Se quitó el yelmo. Su pelo era oscuro cómo una hermosa noche sin luna.

Me miró. Sus ojos eran profundos y tranquilos cómo un océano en paz.

Me acerqué a él. Volé por su desierto, volé por su noche y volé por su mar. los dos volamos por el cielo, los dos aprendimos lo que significa volar de verdad y los dos supimos que jamás podríamos volar más alto estando juntos.

Al amanecer; sin armas, sin escudos y mas fuerte que nunca, se alejó desnudo tras el lado oscuro de la montaña que yo ya no necesitaba que me pareciera un corazón.

1 comentario:

Er Canijo Resusitao dijo...

¡PLAS,PLAS,PLAS,PLAS,...!
SON APLAUSOS INTERNAUTAS!
NO PUEDO DEJAR DE DECIR QUE... ES MUY BUENO. EL LADO OSCURO... DEL CORAZON.